JULIO 27 DEL 02
Hemos acabado nuestro curso de actualización, hoy hemos
presentado evaluación, lo he dicho y lo repito ha sido un momento histórico en
nuestra vida profesional, el grupo que trabajamos en salud comunitaria del
hospital, estabamos temerosas por el examen, hablamos con la decana, en un
principio pensamos no presentarnos, pues sentiamos que no nos habíamos preparado
lo suficiente, fueron 16 módulos: Etica, Gerencia, trauma, shock, salud mental,
intoxicaciones, Hipertensión, diabetes, enfermedades transmisibles, trauma en niños, manejo de heridas,
administración de medicamentos, complicaciones
quirúrgicas, etc....módulos muy bien trabajados, excelente bibliografía,
estábamos muy cortas de tiempo, pero desarrollamos la estrategia de resúmenes
individuales por unidad, los compartimos, nos reunimos muchas veces, empezamos
a degustar el conocimiento, a repasar, a
recordar, a rescatar lo ya aprendido,
éramos como niñitas miedosas, con apuntes picantes, hoy la vemos como
una excelente experiencia,
definitavemente debe haber exigencia, compromisos, metas y retos, pues
sé que en algunos países como los Estados Unidos, éstas pruebas para aplicar y
permanencia en el puesto de trabajo son rutinarias, acá lo hicieron con los
abogados y no les fue muy bien, luego a los estudiantes de los últimos
semestres de medicina y el 50% reprobaron.
Lo anterior implica que nosotros los enfermeros
seremos caracterizados en nuestro nivel
profesional, pues se tomaron variables como edad, fecha de egreso, universidad,
años de experiencia, postgrados,
diplomados, doctorados y junto con nuestras evaluaciones pre y postest se
medirán grados de competitividad, aréas críticas y nosotras seremos parte de
esas barritas comparativas que miden el perfil
del profesional del siglo XXI, que fue formado hace 5, 10,15, 20, 25 y
creo que hasta 30 años, según las líneas de expresión, las arrugas, los rasgos
de envejecimiento propios y de todos nuestros colegas, el tiempo pasa y nos
vamos poniendo viejos, dice Pablo Milanés mientras digito éstas líneas
Algo que se resaltó mucho fue lo de los Patrones
funcionales interferidos, a los que quiero hacer referencia, porque hace 20
años no se manejaban, se hablaba de necesidades interferidas, éstos
probablemente no perduren por siempre, pues todo cambia, todo evoluciona, todo
se transforma, todo es mutante, todo es mutante, todo se renueva, todo es
cíclico, todo está por darse, nada es
eterno, solo tú.
Los patrones funcionales muestran problemas de salud
susceptibles de intervención por el (la) enfermera durante las diferentes fases de atención al paciente,
por ejemplo las alteraciones cardiacas, la alteración en la perfusión de los
diferentes orgános, el exceso de volumen de liquidos y muchas otras condiciones relacionadas con
la enfermedad, además también se tiene
en cuenta no sólo la intervención individual al paciente sino su
entorno, se mira la convalecencia del
paciente, su cotidianidad
Estos problemas de salud definidos como déficit,
alteración, riesgo de....deterioro, etc, se tratan en colaboración con el resto
del equipo.
Se habla del plan médico, pero también se habla del plan de enfermería, ya que tenemos el
privilegio de estar 24 horas dando
cuidado, observando, aplicando tratamientos, analizando cambios, controlando,
evaluando, escuchando, mirando, oliendo, diciendo, sintiendo, cuidando,
protegiendo a aquel ser humano como tú, como él, o como aquel, que se llama
paciente, requiere juicio clínico, por eso se habla del diagnóstico de
enfermería
Es importante recordar que actualmente se manejan 14 patrones funcionales
-patrón de percepción de salud-manejo de salud
-patrón nutricional metabólico
-patrón de eliminación
-patrón de actividad y ejercicio
-patrón de sueño y descanso
-patrón cognitivo perceptual
-patrón de la respiración
-patrón circulatorio
-patrón sexual reproductivo
-patrón de
autopercepción y autoconcepto
-patrón rol relación
-patrón de adaptación, tolerancia al stress
-patrón de valores
y creencias
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