EBRERO 13 DE 1984
Estoy rendida, como
en éste momento 2 de las auxiliares nombradas en el servicio están de
vacaciones se sobrecarga el trabajo,
además mi colega de quemados está incapacitado, también debo cubrirlo
Luego he ido a la
unidad de monitoria, me ha embargado una nostalgia infinita, he recordado aquel médico obstetra, obeso, obsesivo,
soñador que vibraba mirando las 6
pantallas de los monitores fetales, y
que ya no vibrará pues se han llevado 3
monitores que estaba buenos para
otros instituciones y han quedado 3 pantallas grises, solas, sin ondas,
inútiles
MARZO 29 DE 1984
Siento que mis pasos por esta institución están llegando
al final, pues fui trasladada a un
centro de salud, trabajare en salud pública, lo que siempre había añorado,
recuerdo que en el rural trabajé con población de color y indígena, fui a
brigadas, una experiencia plena, luego en antipsiquiatria, el trabajo
extramural, las charlas de consulta externa que eran un acercamiento a la consulta a la consulta psiquiátrica comunitaria incluyendo a la
familia que algunos han planteado.
El servicio de
quemados ha sido trasladado temporalmente a otro hospitalito local , de tal
forma que ahora el fondo de nuestro servicio permanece vacio, frío , callados,
hay camas testigos mudos de la batalla que se ha dado contra ti
pseudomona, que has producido
tanto dolor y tantas lágrimas
No quiero dejar de
comentar lo mucho que ha mejorado la atención al paciente quemado, desde que
aquel médico de nivel central tomara el liderazgo en su atención, pues se aumentó el número de auxiliares, un jefe de
dedicación exclusivo, 3 cirujanos plásticos, se
ha mejorado la técnica aséptica,
ahora se utilizan gorros,
tapabocas y batolas, hay paquetes de ropa estéril, , gasa vaselinada y al
parecer están situando un presupuesto
para reformar el servicio, por eso se trasladó temporalmente, que bueno
De mis actividades,
ahora me dedico a tomar los electrocardiogramas de todo el hospital en una hora
programada de mi jornada laboral, me he especializado en el procedimiento,
ahora me distraigo mirando los picos, las subidas, las bajadas, las ondas t,
las ondas p, me asusto cuando veo que
algunos corazones se aceleran, y otras se desaceleran, me acuerdo de mis
maestras, eran muy buenas leyendo los electros, me he comprado un libro de
electrocardiografía, pero no me alcanza el tiempo
Miro afuera y miró el día gris , frío, es el clima o es la noticia que me ha
llegado, me hace sentir más desolada por dentro, recuerdo a
un médico, que también fue profesor
en la universidad y que acá ocupó el cargo de jefe de servicios
hospitalarios, no lo puedo imaginar
ahora inconsciente, lo quiero
recordar con su cuerpo pesado, su rostro congestionado, sus dedos inquietos, su
voz ronca, le costaba caminar y aún así un día se tomó las cosas tan personales
que agredió físicamente al administrador porque no le daban elementos con que
trabajar, ahora suena gracioso, pero
hasta donde llegaba su compromiso, era un buen director de teatro, que
lo miraba todo, maneja hábilmente el teléfono y las relaciones a todo nivel, y
no quiero que muera como mueren las flores de otoño
MAYO 3 DE 1984
He vivido de afán, de
prisa, muchas personas, muchos sitios, muchas miradas, sonrisas, apretones de
mano, pues he cambiado de sitio de trabajo, de uniforme blanco ocasionalmente
con toca he pasado a uniforme azul sin toca
Describiré mi sitio
de trabajo, es una construcción de un piso pegada a una escuela y cuando la
miras de lejos se te antoja verde, pues hay árboles y arbustos cerca, es un
poco frío, le falta iluminación en
algunos consultorios, es como una casa no muy grande, con cocina, un patio en cuyo extremo crecen 3 0 4 matas de maíz,
que la señora del aseo sembró, y en donde se pasean 2 gallinas saraviadas, en
un principio sentí nostalgia por lo que había dejado, sentí que mis ojos se
humedecían y sentí un nudo en la garganta, ahora empiezo a sentir cariño,
calor, ternura por lo que estoy conociendo, soy más autónoma, debo ser creativa
y producir, me devuelven el derecho a
pensar y a opinar, en éste tipo de trabajo , salud pública, se espera mucho de
la enfermera, debo hacer controles a
embarazadas, a niños sanos., el programa de planificación familiar está en mis manos, hay programas que están naciendo y
debo ayudarlos a crecer, tengo a mi cargo
casi toda la parte
administrativa, y cuando pisas un centímetro por fuera del centro, también hay
acciones en salud que debes hacer, verás la escuela pegada al centro, a unas cuadras está la plaza de mercado,
colegios, una casa de ancianos cerca y
además por el olor penetrante sabrás que a unos metros se expende cocinol a
niños, cuando vienes de camino verás que muy cerca hay un basurero, y todo eso es tuyo, casi que al
cerrar los ojos, lo puedes estrechar entre tus brazos, es la tierra que te dan
para que la trabajes
Aquí como en todas
partes hay personajes típicos: él, el celador, pasa de los 50 años, viste una
bata de dril de color habano, tiene pies, alas, aletas, ojos abiertos oídos despiertos, está en todas partes en
simultánea, sabe todo lo que pasa en el centro, conoce la vida de todos los que
trabajan aquí, conoce a las personas que solicitan los servicios, a los
que visitan periódicamente el centro,
conoce a los que pasan al frente, a los que pasaron por detrás, a los que
pensaron pasar, lo sabe todo
Hoy he ido a la reunión
semanal del PAMI, que reúne entre 35 y
40 personas entre médicos, enfermeras de
5 centros, trabajadores sociales,
estudiantes de enfermería, de nutrición, de medicina, y que están cubiertos por
un programa especializado de atención
centrado en la mamá y el recién nacido, y que funciona desde ha ce 6 años.
Estas reuniones se hacen en un hospital cercano al centro, allí se dan a
conocer las estadísticas del número de partos atendidos semanalmente en ésta
institución, mencionan datos como el niño de mayor peso nacido esa semana,
se discuten casos clínicos reales
sucedidos en esos días, se proponen alternativas, se proponen correctivos, me
gusto
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