SEPTIEMBRE 29 DE 1989
Había planeado, había imaginado, esperaba con
ansiedad, con curiosidad ese cuarto
encuentro de exalumnos facultad de enfermería
de la universidad donde egresé, estaba programado para las 3 pm
Llegué primero al
servicio médico de la universidad, debía pasar por una compañera, de repente la sentí ahí, la ví
como una niña, pequeña, delgada, su mismo cabello de hace más de 10 años , con
su uniforme azul oscuro, demasiado serio, demasiado sobrio, demasiado
impersonal, recordé lo que había leído sobre el azul oscuro, como color que
identificaba la autoridad, me entere del rol de la enfermera en el servicio
médico universitario más grande del
país, coordinaba, administraba, realizaba los cursos de preparación para el
parto y manejaba el programa de planificación familiar
Recorrimos la
universidad, mejor la atravesamos para llegar al sitio donde habría de celebrarse
el encuentro “ museo de historia natural” nos inscribimos, actualizaron datos
para el directorio de exalumnas , mi compañera se devolvió a su trabajo, yo
seguí al salón, era agradable, había un gran arreglo floral enfrente de la mesa
cubierta con un largo mantel blanco,
En la primera fila
había 6 señoras que pasaban de los sesenta años, elegantes, cabellos grises, y una con una hermosa cabellera blanca, otra
con un bastón de apoyo, más tarde supe eran colegas nuestras que estaban
celebrando 50 años de egresadas, sumaban varios
siglos de recuerdos, de experiencias, habría frustraciones?, sentí
deseos de hablar con ellas, pero era un grupo cerrado y sólo permitían un
saludo convencional con los desconocidos
Habían llegado pocas
colegas, más tarde se llenó el auditorio en un 80%, más o menos 80personas,
habían grupos clásicos: las docentes de la universidad, algunas enfermeras
de la asociación Nacional de
Enfermeras,
había un grupo de chicos jóvenes , recién egresados, con vestimenta informal, se les
veía coherentes como grupo
Y había otro grupo de
gente que no se podía clasificar, grupos de 2 o de 3, todas las personas
volvían la mirada hacia aquel que entraba, intentando reconocer, conocer, saludar, sonreír a algún rostro conocido, yo me encontré con
colegas de otros semestres de egresadas, luego ví entrar a 3 compañeras de mi
promoción, 2 venían uniformadas, a una de ellas hacía 11 años que no la veía,
no había cambiado, me pareció más jovial, más abierta, por fin cerca de las 4
p, se inició la celebración
-
Palabras de inauguración cuarto
encuentro
-
-condecoración a 4 colegas que cumplían
50 años de haberse graduado, leían una pequeña biografía de cada una con datos
simpáticos, entre ellos el nombre de soltera y hoy “señora de Pérez” por
ejemplo, luego les hicieron entrega a cada una de una bandeja con leyenda
grabada, les tomaron fotos, y en verdad se percibía la emoción de éstos 4 seres, sería el cumulo de experiencias, de
los logros alcanzados, de los recuerdos, porque eligieron ser enfermeras? Cómo había sido su experiencia? Fueron
felices de haber sido enfermeras?, como hubiera deseado compartir con ellas, yo
era una intrusa
-
Luego vino el análisis de la
profesión, de la carrera, siempre me estremezco cuando escucho hasta donde va
la responsabilidad, versus la decisión de la enfermera y su implicación social
Los aplausos, los
comentarios con el compañero de al lado, luego vino el panel del ejercicio independiente de los
profesionales de enfermería
La primera narró su
experiencia junto con otros 2 colegas en
cuidados pre y post operatorio, unidad de cuidado intermedio, casa con 32
camas, con servicios de enfermería las 24 horas, con unidades de apoyo,
lavandería, nutrición, toda una empresa liderado por enfermeras, son 3
profesionales jóvenes, se les veía vitales,
pensando en dimensión empresarial y atención integral
La segunda
exposición, alguien que había trabajado en una empresa que promovía productos y
elementos de curación y a través de esta había adquirido experiencia ene l
tratamiento de curaciones y heridas difíciles, hablaba de los diferentes tipos
de vendajes, como su ojo clínico se había desarrollado, como ahora los
cirujanos plásticos que en un principio la miraron escépticos, ahora le
enviaban pacientes, planteo algo
importante: nosotros los enfermeros no sabemos poner precio a nuestros
servicios, a nuestros cuidados
La tercera ponente
hacía alusión al curso de preparación para el parto, cursos de preparación para
la maternidad enfocados a la pareja, trabajo interdisciplinario con
terapeutas y otras disciplinas, ella era
una mujer madura, dueña de una personalidad serena y firme, de voz tranquila,
su imagen emanaba energía, ella lo sabía, menciono el número de parejas
entrenadas, de los resultados obtenidos, de las repercusiones en el recién
nacido, enfatizo en la educación continuada, del adiestramiento periódico que
daba su entidad a profesionales de enfermería, y en verdad vale la pena, yo lo
hice
Luego habló la más joven del grupo, unos 25 años, con la
expresión llena de sueños, de anhelos, hablaba con sencillez, con dulzura, con
ingenuidad, con ternura, ella trabaja
con un cirujano oftalmólogo, con el paciente pre y post operatorio, cirugía
ambulatoria, en su mayoría corrección de vicios refractivos, ella trabaja todo
el aspecto emocional del paciente en pre y post inmediato y mediato, y
básicamente logra disminuir los temores, aumentar confianza y seguridad de los pacientes,
disminución de factores de riesgo de tal forma que el porcentaje de éxito en
las cirugías es del 100%, es sorprendente que en éste país la hayan contratado
para éste tipo de trabajo, dice, pero los resultados son tan buenos que los oftalmólogos
justifican su inversión
Luego hablo una
enfermera que ha trabaja do con pacientes en fase sida, habló de los lineamientos de trabajo, de la organización de la institución, de las
reuniones periódicas, de las sesiones de estudio, el tiempo es escaso, es un
tema muy interesante y quedan tantas preguntas
Luego el grupo de las
homenajeadas se paro sorpresivamente, abrazos,
despedidas, manos que se estrechan, susurros, rumores y el panel se paro por un
momento, pues las homenajeadas se iban
Entonces divisé
a lo lejos a una profesora que fue
instructora mía en los primeros semestres, yo siempre la recordaba como una persona
amable, entonces me dijo “ te recuerdo, eras una niña juiciosita, ágil,
delgadita y asustadiza” “claro que con el tiempo uno cambia” agregó, un balde
agua fría, desperté de mis sueños, sueños, sueños, había valido la pena esperar
casi 12 años para oír esto, recordé a la chica de 18 o 19 años que tendría
entonces, “asustadiza” busque en el diccionario y encontré “ tensa, huidiza, asustada, angustiada” y sería que
eso tendría una causa? me pregunto
porque entonces y aun ahora algunas prácticas angustian tanto a los
estudiantes, porque en lugar de horas productivas y placenteras se
convierten en horas de tortura, entonces
me puse a hablar, a dialogar, a escuchar a enfermeras en diferentes etapas
generacionales, muchas decían que la práctica profesional las hacía
perder peso que nunca recuperaban, luego alguien dijo que una encuesta de los servicios médicos de las
universidades decían que aumentaban día tras día las consultas por stress, insomnio, crisis de metas, pero a mí solo me embargaba la tristeza, en fin…
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