Viernes
santo, dia soleado, cielo intensamente
azul, brisa fresca, prados verdes, árboles
jóvenes , frondosos, mucha luz, eso fue lo que percibí a mi entrada a una de las cárceles de mujeres más grandes del país, iba en un
grupo carismático, 4 hombres, 5 niños, 9 mujeres, una pareja de adolescentes,
quien diría que años más tarde
regresaría
Esta
cárcel esta situada en el perímetro urbano, aledaña a una de las grandes avenidas,
“Cárcel nacional de mujeres” se lee en la primera porteria, las
guardianes vestidas de azul oscuro, muy
cordiales revisaron la lista, pidieron
documentos de identidad, nos colocaron un sello en la mano, luego otra portería, una cartelera
donde se leía el número de internas 3 días antes, 523, 6
pabellones, 2 de ellos especiales, uno
de adolescentes son 16, la menor de l5 años y otro pabellón de pacientes mentales:34; también había una asignación especial
“aislamiento celular” “franquicia en
juzgado”, me dirigí a la guardiana y pregunté “que es aislamiento celular?” “ es un castigo” no aclaró más, “ y franquicia es en permiso especial”
Luego
un pasillo, un largo corredor de
baldosas brillantes, algunas internas
con blusas de color café marcadas con Ministerio de Justicia, a lo largo
de los pasillos se apreciaban unas rejas eran las puertas de los pabellones, no
muchas mujeres se asomaban., luego nos
dirigimos a un prado muy cuidado, donde
empezaron a llegar internas, la mayoría estaba entre 20 y 30 años, la
mayor tenía unos 50 años, se veían muy
pulcras, vanidosas, coquetas, muchas
maquilladas, luego algunas personas del
grupo carismático cantaron, el niño del grupo dio un testimonio y muchas
internas se acercaron, lo abrazaron,
Luego
el grupo carismático les brindo un refrigerio hay un comedor y una cafeteria
por pabellón manejada por ellas mismas.
“los
pabellones están divididos por clase social” me dijo alguien “ no por tipo de
delito” “ni por edades” “solo las adolescentes” “hay muchas reincidentes”, me
contaron se levantan a las 5 AM, desayunan
a las 6:30, y se van a los diferentes talleres de manualidades, también hay
aula de clases, algunas perciben algo de
dinero por lo que hacen como las de la
cafetería y salón de belleza; luego pasamos a las celdas, hay plataformas en
cemento, les
colocan
colchón, guardan sus pertenencias en cajas o cajones..
Años
después regrese a ésta misma cárcel, pero ya no en plan de curiosear
ni mucho menos en actitud
redentora, sino de una forma respetuosa y con un objetivo,
brindar acciones específicas preventivas en salud, pues en repetidas
ocasiones una guardiana iba a pedirnos vacunas para los niños de las internas, nos pusimos en contacto con la
enfermera de esa institución y durante muchos años pudimos ir 2 veces al año a vacunar bebés que estaban temporalmente con sus madres por lo pequeños,
también vacunar a los niños de una pequeña guardería aledaña a la cárcel, donde
habían niños hijos de éstos, se nos dio el privilegio de dar algunos talleres,
de vacunar a las internas, de tomar citologias vaginales y de conocer un poco
más de la vida en aquella institución, entonces supimos que habia un equipo interdisciplinario de salud, médicos, odontólogos, psicología,,
terapistas, enfermera jefe y auxiliares de enfermeria, pudimos sentir el calor
humanos que ellos brindaban, pudimos
compartir más con aquellos seres que por
las circunstancias de la vida pueden llegar allí, y nos dimos cuenta que
tu, que yo , que cualquiera, puede algún día
estar allí, pues había medicas, enfermeras, profesores....el ambiente
llegó a ser muy natural, nos moviamos libremente en pabellones de
máxima seguridad, hablábamos,
escuchábamos, aprendíamos, nos sensibilizábamos, disfrutábamos el café que con
cariños nos brindaban y cada vez que íbamos allí, que alguien nos permitía
mirar al fondo de su corazón, que nos
permitían entrar a la enfermería, a los talleres, a las oficinas, a los
comedores le daba gracias a Dios y sentía que el hecho de ser enfermera me
permitía a ti entrar a sitios que a
otros les son negados y además me permitía valorar algo que nunca había
valorado el sentido de la palabra libertad,
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